No parece que la respuesta que le dio su madre le satisfizo porque decidida, y con la colaboración de su progenitora, decidió escribir a la atención al cliente de la empresa. La carta no tiene desperdicio, rebosa la lógica inapelable de un niño, y gracias a Facebook se ha convertido en viral provocando una de las mejores lecciones de marketing de la que hemos sido testigos en mucho tiempo. La citada carta se hizo viral gracias a las redes sociales y la tercera cadena de supermercados del Reino Unido decidió cambiar el nombre de su panecillo atendiendo la demanda de la cría.

“¡Era jirafa!”

La misiva es demoledora y va al grano:“Querido Sainsbury’s, ¿por qué al pan de tigre se le llama Pan de Tigre? Debería llamarse pan de jirafa. Con cariño, Lily Robinson. Edad 3 y 1/2”. El texto va aderezado con un garabato que hace inconfundible que la artífice es una niña de muy corta edad. Su madre no lo dudó y envió la carta por correo a la dirección de atención al cliente de Sainsbury’s.

Semanas más tarde, Chris King, responsable de atención al cliente de la cadena de supermercados descubriría que aquel no sería un día cualquiera. Sobre su mesa y en medio de reclamaciones hoscas, quejas y todo tipo de exabruptos por parte de los adultos, una carta brillaba con luz propia. King no pudo reprimir la sonrisa y decidió otorgar a la ‘queja’ de Lily el peso específico que merecía en lo que a la postre se convertiría en una de las más exitosas maniobras de marketing viral que hemos visto en mucho tiempo.

King redactó otra carta reconociendo que tenía razón, que el nombre era un poco absurdo y que el panecillo se parecía más al lomo de una jirafa y no a un tigre. “Le pusimos ese nombre porque hace muuucho tiempo, el pastelero que lo hizo dijo que se parecía a un tigre”, escribió, y como compensación, añadió un cheque regalo de 3 libras, firmando la misiva con un “Chris King, 27 años y ?”. La madre de Lily publicó el intercambio de cartas en su blog y las redes sociales hicieron el resto.

El asunto enseguida se convirtió en trending topic en Twitter y pronto ascendió a los primeros puestos en promotores de noticias como Reddit. Pero Sainsbury’s todavía podía apuntarse otro tanto, y es que decidió cambiar el nombre al panecillo en una medida que ha encandilado a la red. En el momento en el que escribimos estas líneas, más de 150.000 personas han pulsado a “Me gusta” en la entrada en el muro de Facebook con la foto de las cartas.

El supermercado quiere seguir explotando esta vía y ahora propone a sus clientes que no duden en compartir sus impresiones sobre el cambio de nombre, al tiempo que Chris King se ha convertido en todo un héroe, con múltiples fans en una página en Facebook que le han dedicado los propios clientes.

Sainsbury’s, por desgracia, dejó escapar a este brillante empleado que volvió a la universidad y ahora imparte clases como profesor en una escuela pública.El éxito o fracaso se mide en un gesto, el que tuvo King ese día de mayo, en el que se resistió a tirar esa carta a la basura y muy al contrario, le dio vida al asunto en una estrategia de marketing que no será fácilmente olvidada por los responsables de Sainsbury’s.


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