Los emprendedores son personas visionarias que tienen ideas para crear nuevos negocios ante una oportunidad, sin embargo, en todos los casos existen áreas de oportunidad en el modelo de negocios, reglamentaciones u operación que pueden pulirse antes de que la nueva empresa inicie o cuando apenas se ha concretado como un proyecto vivo.

El modelo de incubadoras ha tomado fuerza en el país pues el Sistema Nacional de Incubación de Empresas está integrado por 500 incubadoras, con presencia en 190 ciudades, según los registros de  la organización México Emprende, de la Secretaría de Economía.

Las incubadoras son centros de apoyo a emprendedores que proporcionan orientación, consultoría y asistencia integral para la creación de una empresa, además, brindan acompañamiento empresarial para el desarrollo del plan de negocios, evalúan la viabilidad técnica, financiera y de mercado de los proyectos y en algunos casos, proveen de espacios físicos como oficinas, acceso a equipos, servicios administrativos, de logística, así como servicios de información y apoyo técnico.

“Al buscar el apoyo de una incubadora hay que tener en cuenta la orientación, existen algunas que están enfocadas en negocios tradicionales, otras que se enfocan en transformación de productos o industria y otras especializadas en desarrollo tecnológico, lo ideal es que cada emprendedor busque la que mejor soluciona sus necesidades”, explica Ángela Alvarado, directora de la Incubadora de tecnología intermedia del Tec de Monterrey, Santa Fe.

Dada la oferta que existe en México lo más conveniente para los emprendedores es explorar las diferentes opciones que se tienen y también las condiciones pues aquellas incubadoras certificadas por la SE cuentan con subsidios que disminuyen los costos del proceso de incubación.

“En la mayoría de los casos, los costos son simbólicos para los emprendedores pero es importante que antes de iniciar un proceso de incubación se tenga la certeza que el modelo de la incubadora que se eligió es el que más se apega al negocio”, explica Lizbeth García, gerente de Enlace Profesional Corporativo de Unitec, que cuenta con tres incubadoras en México.

Toma nota de los tips de oro para que tu proceso de incubación rinda frutos en tu empresa:

1. Define tu propuesta: Si apenas tienes la idea de la empresa que quieres iniciar, defínela lo más claramente posible, esto te dará una noción de los aspectos que debes reforzar y te ayudará en la elección de la mejor incubadora.

2. Ojo con los costos: Las incubadoras son operadas por instituciones educativas, organizaciones de la sociedad civil, organismos empresariales y asociaciones civiles, mismas que cuentan con un Modelo de Incubación de Empresas que debe ser reconocido por la Secretaría de Economía, ten cuidado con este punto porque existen opciones que no operan con este reconocimiento y ello puede implicar costos adicionales.

3. Deja atrás la timidez: Aquellas incubadoras operadas por Universidades no son exclusivas para los miembros de su comunidad estudiantil, no tengas miedo de acercarte.

4. Nunca es tarde: Además de los modelos de incubación existen cursos particulares que puedes tomar en las incubadoras una vez que tu negocio ya está en expansión.

5. Conoce la oferta disponible: Consulta el portal http://www.mexicoemprende.org.mx/.mx, de la Secretaría de Economía (SE) para conocer la red de 500 incubadoras y sus contactos a nivel nacional.


Ver el Artículo original sobre Herramientas de marketing B2B